El contenido de Youtube no puede mostrarse debido a tu configuración de cookies actual. Para ver el contenido, haz clic en “Mostrar contenido” para consentir la transferencia de los datos necesarios a Youtube y habilitar este servicio. Puedes consultar más información en nuestra [Política de privacidad]/politica-de-privacidad/. En caso de que cambies de opinión, puedes revocar tu consentimiento en cualquier momento a través de la configuración de cookies.

Mostrar contenido

Un madroñal en el litoral en honor a los fallecidos por el COVID-19 en nuestra región

Las redes sociales han provocado la chispa necesaria para nuestro siguiente compromiso con la sociedad: crear un madroñal en las sierras de nuestro litoral que rinda homenaje a las víctimas de la pandemia en la Región de Murcia, incluyendo un cartel memorial.

Nuestra idea inicial fue plantar un madroño por cada víctima, cosa que desgraciadamente se ha vuelto inviable en la situación actual. Este madroñal se ubicará dentro del área de actuación del Proyecto 33 en verde, en la sierra minera de La Unión.  

Zona de actuación

El Sancti Spíritus – el monte bajo cuyas laderas nos proponemos este proyecto de restauración ambiental- , con 431 msnm., constituye la mayor altura de la Sierra Minera. El Sancti Spíritus forma parte de una ventana geológica del sistema basal de las Cordilleras Béticas formado por micaesquistos paleozoicos lo cual confiere a toda esta zona una especial relevancia, ya que se trata de algunos de los escasos suelos silíceos, con PH ácido y sin presencia de cal, de toda la Región de Murcia.  Al mismo tiempo, la singular posición de las sierras litorales orientales de Cartagena que se adentran en el Mar Mediterráneo hacia el este, con agua del Mediterráneo y el Mar Menor tanto al sur como a levante, hacen que este rincón del Campo de Cartagena disfrute de unas condiciones de pluviometría bastante más elevadas que las del sector occidental de las sierras litorales. Así, se produce un gradiente de precipitación que va desde unos exiguos 150 litros/m2 anuales en Cabo Tiñoso, el punto más seco en el extremo occidental del municipio de Cartagena, hasta los 380 litros/m2 en el Cabo de Palos, su límite oriental.  El hecho de contar con la excepcionalidad de unos suelos ácidos, sin cal, así como una mayor disponibilidad hídrica, han determinado unas especiales condiciones que han llevado a la Dirección general del Medio Natural a proponer parte de la vertiente norte del cerro del Sancti Spíritus, en concreto la denominada ‘Cuesta de las Lajas’, como microrreserva botánica, por la especial singularidad de sus comunidades botánicas, en especial de helechos, propios de climas más húmedos y muy raros en la Región de Murcia.


Sin embargo, toda esta singular riqueza biológica resultó brutalmente afectada por el impacto de la actividad minera, en especial desde el siglo XIX. El Sancti Spíritus se encuentra en el corazón de la Sierra Minera y concentraba las mayores y mejores vetas de mineral que habían sido explotadas desde la antigüedad, por lo que ha sufrido el impacto de la actividad humana con especial intensidad.  En la actualidad, nos encontramos con un espacio profundamente degradado: La cubierta arbórea original del Sancti Spíritus ha desaparecido casi por completo, quedando apenas retazos de lo que pudo ser en su día, y en su lugar nos encontramos con un territorio casi completamente arrasado, con depósitos de estériles mineros por todo el cerro y escombreras de todo tipo de residuos. 

Especies vegetales extraordinarias en peligro de extinción en los montes de Cartagena 

La jara de Cartagena (Cistus heterophyllus subsp.carthaginensis) fue descubierta a principios de siglo XX por el naturalista Jiménez Munuera en el monte del Sancti Spíritus y, en ese momento, fue descrita como muy abundante. Posteriormente, la intensa transformación de este espacio por la minería hizo que la planta se diera por extinguida en España hasta que en 1986 se descubrió un único ejemplar aislado en la Pobla de Vallbona (Valencia) y en 1993 otro pequeño grupo de 6 ejemplares en Atamaría, cerca de El Llano del Beal. 

Desde entonces, la población ha sido objeto de un intenso trabajo de intento de reforzamiento de sus poblaciones por parte de administración y asociaciones ecologistas, con resultados no demasiado fructíferos. Después de la sequía de 2014-15, la población silvestre quedó reducida a tres únicos ejemplares silvestres en la Sierra Minera, quedando la esperanza de recuperación de la especie depositada en los bancos de semillas que mantiene la administración regional en el banco de germoplasma. 

El brezo blanco (Erica arborea) es una especie de arbusto que, si bien a nivel mundial no se considera amenazada, en la Región de Murcia sí se encuentra al límite de su extinción por dos razones: Es una especie que requiere de un aporte de humedad superior al otras especies de la zona y, por otro lado, no tolera los suelos con cal que son los mayoritarios en la Región. 

En Cartagena se conserva una exigua población de no más de 20 ejemplares dispersos entre el Monte de las Cenizas y la umbría de El Atalayón (cerca de Cala Reona). Aprovechando la presencia de suelos ácidos en la parcela objeto de esta restauración así como la mayor pluviosidad de la zona del Sancti Spíritus, queremos proponer a la administración el reforzamiento de las poblaciones regionales del brezo blanco a través de la implantación de varios ejemplares producidos a partir de semillas de los árboles presentes en Cartagena. 

Objetivo del proyecto

La propuesta de intervención se basa fundamentalmente en la restauración, en colaboración con el grupo ecologista ANSE, del parque minero recuperando el siguiente hábitat de interés comunitario:  


  • Hábitat  9570 Bosques de Tetraclinis articulata.

 

El objetivo principal del proyecto sería transformar los terrenos de degradados del parque minero bajo la mina Agrupa Vicenta, situada dentro de la parcela, en un bosque biodiverso Ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata), con la introducción de especies climácicas y acompañantes de este hábitat, que intente reproducir el bosque original existente antes de la actividad humana. El resultado final sería un bosque complejo, de alto valor ecológico, generador de alimento y refugio para la fauna local y resistente a las condiciones climáticas de la zona. Además, este bosque actuaría en el futuro como un núcleo generador de semillas, ayudando a la recuperación natural de otras áreas cercanas.

El proyecto se complementa, además con dos objetivos secundarios*:

  • Reforzamiento de las poblaciones de especies en peligro de extinción: Jara de Cartagena y Brezo blanco. A través de este proyecto se pretende impulsar la recuperación de esta especie poniendo a disposición del programa de recuperación el espacio y la infraestructura para ejecutar un reforzamiento de la población de jara de Cartagena justo en el lugar donde se descubrió la primera población.


  • Recuperación de los suelos afectados por la minería. Parte del espacio de la parcela propuesta para su recuperación se encuentra cubierta de depósitos de estériles mineros y están casi por completo desprovistos de vegetación. Normalmente se trata de suelos con una alta concentración de metales pesados y con un PH extremadamente bajo que hacen imposible la vida vegetal de cualquier tipo.


(*) La ejecución de estos objetivos secundarios requiere aprobación previa por parte de la Dirección General de Medio Ambiente de la Región de Murcia.

Datos del proyecto

  • Superficie aproximada: 26.500 m2
  • Plazo de ejecución: 2019-2022
  • Número de fases previstas: 3 fases
  • Número de árboles y arbustos previstos: 2500


Proyecto ampliado gracias a la donación de la parcela aledañana por parte de la empresa Portman Golf.

Especies estructurantes a incluir

Ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata) 

(Especie vulnerable. Decreto 50/2003).

Tetraclinis es un género monoico de coníferas de la familia Cupressaceae, con solo una especie, Tetraclinis articulata, también conocida como, entre otros nombres, ciprés de Cartagena, alerce africano y araar.

Especies acompañantes a incluir

Arto negro (Maytenus senegalensis

Vulnerable. Decreto 50/2003. 

Tapenera de la Sierra Minera (Capparis zoharyi

Sin protección. 

Labiérnago (Phillyrea angustifolia

Interés especial. Decreto 50/2003.

Lentisco (Pistacia lentiscus) 

Especies objeto de gestión. Decreto 50/2003. 

Madroño (Arbutus unedo)

Interés especial. Decreto 50/2003.

Encina (Quercus rotundifolia). 

(Interés especial. Decreto 50/2003). 

Acebuche (Olea europaea) 

Especies objeto de gestión. Decreto 50/2003. 


Cornical (Periploca angustifolia) 

Vulnerable. Decreto 50/2003, 


Espino negro (Rhamnus lycioides)

Especies objeto de gestión. Decreto 50/2003.

Aladierno(Rhamnus alaternus)

Interés especial. Decreto 50/2003). 

Palmito(Chamaerops humilis) 

Interés especial. Decreto 50/2003 

Coscoja (Quercus coccifera) 

(Interés especial. Decreto 50/2003). 

Albaida (Anthyllis cytisoides) 

Sin protección. 

Jaguarzo (Cistus monspelliensis) 

Sin protección. 

Cantueso (Lavandula stoechas) 

Sin protección. 

Recuperación de los suelos  


Debido a la degradación del terreno, se plantea la implantación de arbustos facilitadores de la evolución hacia etapas ecológicas más avanzadas

En este sentido, se ha previsto la plantación de alrededor de 800 plantones de esparto (Stipa tenacísima), que se ha demostrado como un excelente generador de suelos, así como de albaida (Anthyllis cytisoides), una leguminosa de suelos ácidos capaz de fijar el nitrógeno atmosférico al sustrato gracias a la simbiosis con ciertas bacterias en sus raíces. En el mismo alcorque se sembrarán semillas de palmito (Chamaerops humilis) o, la principal especie estructurante de los matorrales propios del piso inframediterráneo y que, siendo una especie de muy difícil implantación en las reforestaciones al uso, previsiblemente, se beneficiará de la compañía de las anteriores especies mencionadas. 

Intentando favorecer las relaciones simbióticas entre las plantas, se tenderá hacia la generación de islas de recursos formadas por palmitos, junto con árboles y arbustos acompañantes. Las islas de recursos se caracterizan por la presencia de dos, tres o cuatro árboles o arbustos de especies distintas que, creciendo juntas, conforman asociaciones en las que unas plantas se benefician de la presencia de las otras aprovechando la sombra, la acumulación de humedad, la generación de suelo fértil, etc.

Partiendo de la experiencia desarrollada tanto por la UPCT como por la Asociación de Naturalistas del Sureste en la recuperación de balsas de estériles mineros, se pretende una recuperación del suelo por medio de la enmienda del PH añadiendo diferentes materiales como marmolina o materia orgánica. . 

En este proyecto colabora:

Colaboran: