Metodología de Trabajo

Restaurar ecológicamente un espacio es mucho más que plantar árboles, es tratar de recuperar todas las funcionalidades del ecosistema, empezando por el suelo, para acelerar su evolución hacia fases más avanzadas de la sucesión ecológica. La metodología de trabajo aplicada por ARBA Cartagena tiene en cuenta el concepto de restauración integral y aplica tanto las evidencias científicas disponibles como la propia experiencia adquirida en el desarrollo de sus proyectos.


Cómo operamos

La selección de la planta a introducir en una determinada zona -toda vez que el suelo se encuentra acondicionado y se han retirado basuras, escombros o cualquier otro elemento indeseado- se realizará en base a los hábitats potenciales para la misma especificados por la DGMN, y a su localización y orientación (solana o umbría).

Sólo se plantará en temporada húmeda, tras las primeras lluvias del otoño, empleando medios manuales. En terrenos degradados, la tierra se descompactará y enmendará empleando Vemichar o humus de lombriz Los plantones se instalarán en alcorques de profundidad adecuada a los que se les añadirá siempre que sea posible una capa de biomasa que lo proteja de la insolación directa y aporte materia orgánica de manera gradual al terreno ('mulching'). Las plantas se protegerán de la herbivoría usando protectores forestales.

Los plantones se agruparan para generar 'islas de fertilidad', conjuntos de plantas que se favorecen unas a otras proporcionándose sombra, protección, compartiendo los recursos disponibles del suelo.

Dotamos las plantaciones con riego por goteo y efectuamos el sombreado de las plantas  durante su primer verano -dejándolas prácticamente a oscuras, para aletargarlas y hacerlas menos susceptibles al estrés hídrico, siguiendo un procedimiento tomado del trasplante de bonsais- para garantizar un alto porcentaje de supervivencia ( >90%).

La plantación tendrá mantenimiento y riegos periódicos a lo largo de sus primeros años hasta la implantación total de árboles y arbustos. Las posibles marras se repondrán para reaprovechar los alcorques disponibles,

Una vez finalizado el proyecto, una vez que el sistema de riego ya no es necesario, se desmontarán las mangueras de forma manual recuperando elementos reaprovechables (válvulas, goteros, etc.) y reciclando las mangueras en centros especializados.   
   

Plantar para garantizar la supervivencia

En el clima mediterráneo, y especialmente en el sureste español donde los registros precipitaciones alcanzan los valores mínimos registrados, es crítico disponer de una metodología que maximice las posibilidades de supervivencia y progreso de los plantones. Siempre será mejor plantar poco y bien, que en abundancia en condiciones precarias. A continuación os describimos paso a paso el sistema empleado por ARBA Cartagena - La Unión. 

1. Preparar el alcorque

Este primer paso es esencial, ya que de su correcta ejecución dependerá en buena medida la supervivencia de la planta. el alcorque debe de ser suficientemente profundo (cuanto más, mejor) para garantizar que el plantón quedará por debajo del nivel del suelo, favoreciendo la recogida de agua y una menor insolación. 

2. Enmienda del terreno

En terrenos degradados por la erosión del suelo o la acción humana es necesario recuperar su funcionalidad mejorando su estructura y cantidad de nutrientes, así como la implantación de hongos y microrganismos. La aportación de humus de lombriz o vermichar ayuda a corregir este problema, evitando que los especímenes no progresen o crezcan raquíticos

3. Colocar el plantón

Segundo paso esencial de la plantación: el plantón debe de enterrarse  en el punto más bajo, cubriendo el cepellon con al menos dos dedos de tierra. Si éste queda descubierto o casi al ras, es muy probable que la planta no sobreviva. La tierra se compactara para evitar bolsas de aire. Cuando se trabaje en pendiente, la tierra para cubrir el plantón se aportará de la zona superior del alcorque. 

4. Riego de implantación

Siempre que la tierra no disponga de tempero, es necesario un riego abundante de implantación. De no hacerlo, se corre el riesgo de que el cepellón acabe deshidratado con la consecuente pérdida de la planta. En este paso puede realizarse el aporte de esporas de hongos micorrícicos para favorecer el crecimiento radicular de la planta.

5. Instalar el protector 

El protector evitará marras en las plantas provocadas por animales herbívoros y, dependiendo del modelo, proporcionara sombraje (especialmente en periodo estival). Se recomienda crear unas solapas para favorecer su colocación. En caso de emplear protectores de malla, se recomienda encarecidamente el sombreado con piedras de la planta el primer verano.

6. Fijar el protector

El protector debe de fijarse al suelo firmemente con cañas  para evitar que el viento u otros agentes acaben retirándolo de la plantas.

7. Acolchado

El acolchado o 'mulching' será la etapa final del plantado y su principal función es proteger el suelo de la insolación directa y mantener la humedad, aunque también supone un aporte de materia orgánica al terreno a largo plazo.. Puede realizarse en una sola fase, empleando plantas circundantes (p.e. lastón). La versión avanzada consiste en añadir dos capas, la primera de viruta de madera.

8. Instalar riego

La segunda capa de nuestro acolchado se realizará con paja, de descomposición más lenta que la viruta. Con esto, el alcorque quedará finalizado, y solo quedará la instalación del gotero

Compromiso para la reducción del plástico

ARBA Cartagena - La Unión está migrando hacia el uso de protectores forestales biodegradables en sustitución de las redes clásicas de plástico de múltiples usos. Este cambio no es únicamente beneficioso en el sentido de la reducción de residuos de este material, también facilita el sombreado de los nuevos árboles durante el estío en su primer año. 

Conservación del germoplasma local

Si bien muchas de las especies que encontramos en los hábitats de nuestra comarca están extendidas en otras áreas de la península ibérica, Europa o norte de África, es esencial mantener el acervo genético local para garantizar que las características que han permitido a los especímenes adaptarse y sobrevivir a las condiciones específicas del litoral de Cartagena se perpetúan.

Desde ARBA Cartagena - La Unión, y siempre con la autorización de la Dirección General del Medio Natural (DGMN) de la Región de Murcia, observamos un calendario de recolección manual de semilla local y esquejes para garantizar esta conservación. Una vez despulpadas o separadas se almacenan en condiciones adecuadas de conservación para poder ser usadas en sucesivas campañas.

Sólo en circunstancias excepcionales, cuando no hay disponibilidad de semilla de una especie esencial para estructurar un hábitat, recurrimos a viveros especializados en planta autóctona de la región. 

Producción de planta

Cada temporada, preparamos las bandejas forestales en nuestro vivero de la Unión con las semillas de las distintas especies autóctonas recolectadas para disponer de planta suficiente (típicamente, unas 2.000) para los proyectos de restauración ambiental en curso. En algunos casos, estas semillas han debido ser previamente preparadas para provocar su germinación eliminando sustancias naturales que la inhiben.

En las bandejas forestales se empleará típicamente una mezcla de sustrato a la que se añadirá una capa de vermiculita tras la incorporación de la semilla al alveolo. Los alveolos se regarán añadiendo antifúnguicos y antibabosas de forma periódica para prevenir mermas.

Una vez las plántulas están disponibles, se procede al repicado, para garantizar que en cada alvéolo de la bandeja existe un único espécimen, maximizando el uso de la semilla. Estas plántulas se micorrizarán para favorecer su crecimiento y futura supervivencia, La producción de plantas por esquejes (cuando la reproducción por semilla es extraordinariamente complicada) se realizará en una cama caliente, con control de la temperatura y humedad de la cámara, empleando hormonas de enraizamiento. 

Los plantones se mantienen de forma regular para evitar plagas y proliferación de malas hierbas preferentemente hasta que tienen dos savias para una mejor implantación en la zona de restauración.

Sobre la regeneración del suelo

En un proyecto de restauración integral el primer paso a dar es la evaluación del suelo donde se quiere llevar a cabo la actuación. Suelos en buen estado permitirían acometer los trabajos de plantación de manera directa. En caso contrario, se requerirán trabajos de regeneración previa del suelo para evitar el fracaso de la plantación por la pérdida de un alto porcentaje de ejemplares o por su desarrollo raquítico.  

Terreno de antigua labor agrícola y pastoreo en el Parque Natural de Calblanque

Evaluación del estado del terreno


El estado del suelo se puede realizar de manera directa atendiendo a sus características y al grado de evolución en que se encuentra la vegetación presente en la zona de manera natural. También ayudará conocer el uso previo del suelo para determinar el origen potencial de su degradación (presencia de metales pesados, alta salinidad, estériles, etc.).

Ejemplos de suelos degradados serán aquellos que se encuentren prácticamente desprovistos de cubierta vegetal, altamente compactados (impidiendo la infiltración del agua) o descarnados (afloramiento de roca madre). 

En los casos  en los que la vegetación se muestre suficientemente evolucionada y el suelo en condiciones aceptables podrían acometerse los trabajos de plantación de manera directa. En caso contrario, se requerirán trabajos de preparación previa del suelo (descompactación, colocación de albarradas, 'mulching'...). 

Nódulos fijadores del nitrógeno en las raíces de una leguminosa

Fijación del nitrógeno


Uno de los problemas que asociados a la degradación del suelo es la pérdida de la cubierta de materia orgánica. La ausencia de nutrientes para alimentar los plantones, especialmente los compuestos nitrogenados, impedirá su progreso.

La capacidad de las leguminosas  -una muy amplia familia de plantas entre las que se encuentran especies autóctonas de muchas zonas- de fijar el nitrógeno atmosférico en el suelo por medio de un proceso de simbiosis con ciertos tipos de bacterias, puede ser empleada en beneficio de la recuperación del suelo. Una vez fijado en el subsuelo, este nitrógeno puede ser aprovechado por cualquier tipo de planta.

Se ha comprobado que el uso de leguminosas en restauraciones forestales de zonas muy degradadas ayuda a incrementar la cantidad de nitrógeno disponible en el subsuelo para las plantas lo que determina un aumento de la supervivencia y el crecimiento de éstas.

Plantón sin micorrizar vs. plantón micorrizado


Empleo de hongos micorrícicos


Los hongos micorrícicos viven en simbiosis con las plantas colonizando sus raíces, de las que obtienen principalmente glucosa, aportándole a cambio numerosos nutrientes del subsuelo que la planta es incapaz de absorber por sí sola. Junto con las micorrizas se asientan las rizobacterias, que también se asocian simbióticamente a las raíces de las plantas aumentando la absorción de determinados minerales que se encuentran en forma insoluble, especialmente los fosfatos.  Esto hongos no sólo suponen un beneficio para la planta, sino que también mejoran notablemente la estructura del suelo, provocando un sustancial aumento de la cantidad de microorganismos y de materia orgánica, incrementando asimismo la porosidad, lo que permite una mayor infiltración de agua.

Los beneficios del uso de las micorrizas en las restauraciones forestales están sobradamente comprobados ya que se ha demostrado un aumento notable de la supervivencia de las plantas micorrizadas con respecto a las que van sin micorrizar, especialmente en zonas áridas como la nuestra.